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Image by jenna duffy

ACOMPAÑAMIENTO

ESPIRITUAL

El acompañamiento espiritual surge de la necesidad de “tender la mano” a las personas en procesos de crecimiento personal básicamente en la vertiente espiritual. No obstante, la dimensión espiritual no puede ser tratada de forma excluyente con la dimensión psicológica. Por esta razón, el acompañamiento espiritual pretende integrar psicología y espiritualidad para ahondar en cuál es el sentido existencial de nuestra vida.

 

Este acompañamiento pretende ayudar a la persona a profundizar en su propio autoconocimiento y a encontrar el camino para reorientar su vida en función de la voluntad “divina”. En definitiva, no simplemente hacer lo que queramos hacer en la vida, sino hacer aquello para lo que hemos sido destinados. Cuántas veces nos hemos preguntado ¿Qué sentido tiene mi vida? ¿Por qué siento un vacío existencial? ¿Por qué y para que he venido a vivir la vida que estoy viviendo? ¿Qué sentido tiene mi vida? ¿Por qué tengo procesos de vida o experiencias más desoladoras que consoladoras? ¿Por qué quiero querer y no puedo? ¿Por qué me siento solo y abandonado?....y así uno sin fin de preguntas existenciales, que se resumirían en cuál es mi sentido de existir. Estas preguntas y muchas otras emergen de la necesidad de comprender a través del acompañamiento espiritual, la dimensión corporal, afectiva, cognitiva, emocional y espiritual de la persona en su globalidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

La trascendencia es evolucionar y hacer camino. El objetivo de este camino no es relevante, el fin no importa, lo más importante es vivir cada momento como trascendente con sentido de Ser, con sentido de estar con uno mismo, con los otros y con el inmanente. Ser uno mismo, es muy probablemente el “leit motiv” de la vida de un ser humano. Aceptar nuestras limitaciones y capacidades, entender que estamos llenos de contradicciones y que tenemos que estar dispuestos a mejorar, es entender que tenemos que trabajar la individualidad para comprender la globalidad de la conciencia humana. La vida implica evolución, pero una evolución siempre de uno mismo y no la evolución respecto los otros.

 

"Todo el mundo, independientemente de sus creencias religiosas, puede tener experiencias espirituales transformadoras de su Ser. No importa tanto la creencia de uno, sino ser consciente de uno mismo, de la parte integradora con los otros, y con aquello que está más allá y por lo tanto con todo el universo y su infinidad".

  ASTROLOGÍA -  ACOMPAÑAMIENTO ESPIRITUAL - SINTERGÉTICA - BIONEUROEMOCIÓN® - COUNSELING

© 2015 by Núria Alabart. Legal

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